En España se recogieron 80.000 firmas pidiendo la suspensión de la ejecución
Liberada la mujer sudanesa condenada a muerte por lapidación
Intisar Sharif Abdallah fue liberada el pasado 3 de julio después de que la corte de Ombada, situada en Kartum, la capital del país, desestimara todos los cargos contra ella por falta de pruebas.
La joven, de 20 años, fue acusada de adulterio y condenada a muerte en un juicio injusto. Hasta su liberación, estuvo en prisión junto con su hijo pequeño de cuatro meses. Sus otros dos hijos quedaron bajo la custodia de familiares, quienes tramitaron un recurso de apelación.
Durante el juicio, a Intisar no le permitieron acceder a asistencia letrada y no dispuso de intérprete, a pesar de su limitado conocimiento del árabe -idioma en el que se desarrolló el proceso-, que no es su lengua materna.
La acción emprendida por Amnistía Internacional recordaba al gobierno de Sudán que ejecutar a una persona después de un juicio que no cumple las normas internacionales sobre garantías procesales es una violación del derecho a la vida, y que la ejecución de una madre lactante está prohibida por el derecho internacional y por la propia Constitución de Sudán.
La organización ha pedido también al gobierno sudanés que suspenda oficialmente las ejecuciones como paso previo a abolir la pena de muerte -en consonancia con la tendencia mundial y con las resoluciones de la Asamblea General de la ONU- y que conmute todas las condenas a muerte pendientes de ejecución.
Amnistía Internacional desea agradecer su apoyo a las casi 80.000 personas que pidieron la suspensión de la ejecución de Intisar a través de la web de la organización (http://www.es.amnesty.org/actua/acciones/sudan-lapidacion
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